los Real Automóvil Club de Cataluña (RACC) ha presentado la 21ª edición de su estudio anual de evaluación de carreteras, que analiza un año más la siniestralidad en la red viaria catalana de España.
En Cataluña se realiza un seguimiento anual del rendimiento desde el año 2002. En esta edición se han analizado 6.373 km de carreteras interurbanas de titularidad estatal, privada y ayuntamientos, que representan 92% de la movilidad vial en Cataluña.
La evaluación ha constatado que con la recuperación de la movilidad aumenta el número de muertos y heridos graves, pero sin volver a los niveles previos a la pandemia.
El RACC y otros clubes europeos miembros de la Federación Internacional del Automóvil (FIA) utilizan el Metodología iRAP dentro de Programa de evaluación vial EuroRAP analizar el riesgo de accidentes en las carreteras con el objetivo de mejorar la seguridad vial.
La metodología compara el número de accidentes graves y víctimas mortales que se han producido en los últimos tres años en un tramo de vía con el volumen de vehículos que circulan por él (en términos de intensidad media diaria de tráfico, IMD).
Realizada con la colaboración del Servei Català de Trànsit, el Departamento de Territorio de la Generalitat de Catalunya y la Diputació de Barcelona, la evaluación constató:
Hallazgos y conclusiones clave
- En Cataluña, la gravedad de los siniestros se ha reducido en las dos últimas décadas en cuanto a víctimas mortales, que en el año 2.000 casi alcanzan las 700 y en el último año registrado se sitúan en 157.
- La Unión Europea se ha marcado el objetivo de reducir a la mitad las víctimas mortales en 2030 respecto a 2020. En los 10 años anteriores, las muertes en la red viaria catalana se han reducido en más de 50%: en 2010 fallecieron 266 personas en accidentes de tráfico mientras que, en 2020, hubo 123 víctimas mortales, según datos del Servei Català de Trànsit. Este éxito ha sido solo aparente, ya que es el resultado de la movilidad reducida debido a la pandemia de COVID-19. Cuando se ha recuperado la movilidad, el número de víctimas mortales ha vuelto a aumentar, pero sin llegar a los niveles de 2019.
- Para la red analizada (que representa 53% del total de la red y 92% de la movilidad por carretera en Cataluña), se producen en las carreteras 75% de accidentes con muertos y heridos graves.
- En el trienio 2019-2021, los accidentes graves y fatales se redujeron en 8.7%. La movilidad vial global ha disminuido en 3.0%. Estas variaciones muestran los efectos del COVID-19 en 2020 y principios de 2021 y hacen que el riesgo haya disminuido en 6,1% en el conjunto de la red analizada.
- Los kilómetros de riesgo “alto” y “muy alto” representan 25% de la red, cuatro puntos porcentuales menos que en el trienio anterior. En Barcelona aumentan 2 puntos los kilómetros con riesgo “alto” y “muy alto”, en Girona descienden 9 puntos porcentuales, en Lleida 6 y en Tarragona 5. Tarragona sigue siendo la demarcación con menor porcentaje de kilómetros con riesgo “alto” y “muy alto” (20%) y Lleida con más kilómetros de alto riesgo (28%)
- Las carreteras convencionales no divididas (de un solo carril por sentido) acumulan la práctica totalidad de los tramos de riesgo “muy alto”, “alto” y “medio”. En cambio, en vías divididas (autovías y autopistas) prácticamente todos los tramos son de riesgo “bajo” o “muy bajo”.
- El riesgo de sufrir un accidente grave o mortal en una vía no dividida es 4 veces mayor que en una vía dividida.
- La carretera BP-1417 (L'Arrabassada) vuelve a ser el tramo con mayor índice de peligrosidad de Cataluña, debido al alto índice de accidentes de moto. En 88% de choques con muertos y heridos graves, al menos una motocicleta está involucrada.
- Este año, 608 km tienen un riesgo igual a cero. Por lo tanto, en 9.5% de la red analizada no se han producido caídas fatales o graves en los últimos tres años.
- Por séptimo año consecutivo, el tramo que acumula más accidentes graves por kilómetro (sin tener en cuenta el tráfico que pasa) es el de la C-58 entre Barcelona y Cerdanyola.
- La red se divide en 428 tramos objeto de estudio. En los 10 tramos con más accidentes hay un número muy elevado de accidentes de motos y ciclomotores: de media, el 79% de los accidentes con muertos y heridos graves son de moto o ciclomotor. Más de la mitad de las muertes fueron motociclistas.
- Durante el período de tres años analizado por este estudio, 45% de todos los accidentes de tránsito con muertes y lesiones graves involucraron al menos una motocicleta o ciclomotor.
- El 50% de accidentes graves y mortales de motocicletas se concentran en 12,4% de la longitud de la red (789 km).
- Los tramos con más accidentes de bicicleta están todos en la demarcación de Barcelona.
- El tramo con mayor concentración de accidentes de vehículos pesados es el de la A 2, que vuelve a encabezar la tabla con más accidentes de vehículos pesados con cuatro tramos.
La necesidad de mejorar la seguridad vial y, en consecuencia, reducir la siniestralidad es clave en Cataluña y el resto de Europa.
La inversión en infraestructuras y el fomento de campañas de formación y sensibilización dirigidas a los conductores de todo tipo de vehículos son fundamentales para conseguir estas mejoras.
Para más información, contactar con Cristian Bardaji, Director del Área de Movilidad del RACC por correo electrónico cristian.bardaji@racc.es
Crédito de la imagen: RACC